Capitulo 12
No Es Digno De Mi
La conciencia pura de
la fe no permite que nada, absolutamente nada, coloque en riesgo la salvación
eterna del alma. Pasiones emotivas, apegos del corazón en relación a los seres
queridos, como hijos , madre , padre, marido, esposa, novio, novia, reputación,
bienes materiales, en fin, hasta mismo la propia vida, no pueden interferir en
nuestro buen relacionamiento con El Señor Jesucristo.
El que ama a padre o madre más que a mí, no es
digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que
no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.(Mateo 10:37-38).Cualquier sacrificio,
por mayor que sea, es insignificante cuando se trata de la salvación eterna del
alma.
El Señor Jesús no
considero su propia posición divina, para asumir la condición de maldición en
la cruz, con el fin de salvar a los que creen. Quiero decir, El coloco toda Su
fuerza, honra y gloria para salvarnos. El no midió sacrificio para esto. ¿Cómo
aceptará que quedemos jugando con la salvación de nuestra alma? Esta escrito: Y el que no se
halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.(Apocalipsis
20:15).
Siempre tenia y tremí por mi propia
salvación, el Espíritu Santo me había convencido de que no servía ganar el
mundo entero y perder mi alma, conforme está escrito en Mateo 16:26. Esta
palabra hizo que naciera en mí un temor sin precedentes, sumado a la profecía
de Ezequiel, hacia que yo me sintiera aun mas advertido por el Espíritu Santo,
con respecto a mi bien mayor:
“ Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu
pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la
impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y
el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. Cuando yo
dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere
iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su
iniquidad que hizo. Y cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él
se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia, si
el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en
los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no
morirá. No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo
según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente.” (Ezequiel 33:12-16).
Si usted piensa que su salvación está
garantizada , este versículo deja bien claro que no!.
Capitulo 13
Los Cielos se Abren
Bautizado Jesús, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al
Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.(Mateo 3:16)
El
Espíritu Santo no es para curiosos o aventureros, hipócritas, religiosos, para
carnales; El Espíritu de Dios es para
vacios, carentes, y sobre todo sedientos de dirección divina. Para vagabundos
en busca de algo superior a todo lo que este mundo les ofreció.
Jesús
vino para cumplir una misión especial. Aun así, El tuvo que pagar el precio:
sacrificó. Para realizar tal misión, renuncio su familia, su juventud, amistades y novia. El mismo
necesitaba la dirección del Espíritu Santo para cumplirla, imagine aquellos que
desean hacer Su voluntad y realizar Su Obra!
Lo
mejor de todo es que antes de recibir el Espíritu Santo, Su mente y corazón ya
eran inspirados por El. Lo mismo pasa con todos los poseídos en la fe del Ayuno
de Daniel. ¿ Usted piensa que su gran deseo de recibir el Espíritu Santo vino
de la nada? No! Y mil veces no!. El nació dentro de usted por obra del propio Espíritu
de Dios. “porque Dios
es el que produce en ustedes lo mismo el querer como el hacer, por su buena
voluntad.”(Filipenses 2:13)
Así como los cielos se abrieron sobre Jesús,
también se abrirán sobre su cabeza, para que reciba el Espíritu de Dios. Al
final, El es la promesa del Señor Jesús, para sus seguidores.
Probablemente, usted no verá una paloma
descendiendo sobre su cabeza, ni sentirá cosa alguna, tal vez ni hable en lenguas
extrañas. No importa. Nada de esto es relevante. Lo importante es: si hay
renuncia total del mundo (ayuno mental) y sinceridad en la búsqueda, entonces
hay fe.
Y si hay fe, los cielos ya están abiertos sobre su
cabeza. “…Los
ojos del Señor están contemplando toda la tierra, para mostrar su poder a favor
de los que mantienen hacia él un corazón perfecto”( 2 Crónicas 16:9).
Observación: En
este momento, busque un lugar asolado, y enseguida, haga esta oración: Mi Dios
y mi padre, en nombre del Señor Jesús, yo entro en tu presencia para busca y
recibir la promesa que dice que en los
últimos días el Señor derramaría de su espíritu sobre toda carne. Juan Bautista
enseño que el Señor Jesús es quien bautiza con el Espíritu Santo. Entonces, yo
te suplico, mi Señor, mi Salvador y mi Dios, bautízame AHORA CON TU ESPIRITU!
Amén.
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