viernes, 17 de junio de 2011

Aprender Admirar

Toda relación en el principio está llena de encanto, el noviazgo es una etapa linda y fascinante, los pensamientos vuelan en alto, especialmente cuando ya está definido que realmente uno esta con la persona deseada para su futuro, no podemos encontrar ninguna falla, sólo vemos las cualidades. Pero, cuando el matrimonio es una rutina diaria, ya es inevitable ver los defectos y existen parejas que viven las 24 horas juntos, tal como es el caso mío y de mi esposo, es muy raro que no estemos juntos.
Es necesario que aun viendo los defectos, aprendamos a admirar la persona amada. Tenemos que mencionar algunos puntos:
* Usar palabras que muestren su amor y admiración para mantener el encanto de que había en el principio
* Siempre alague, diga palabras positivas para dar fuerzas todos los días
* Fortalezca su unión cada día, con la amistad, el compañerismo y la comprensión
* Es muy importante resolver cualquier desacuerdo lo más rápido posible, para evitar la falta de comunicación.
* El diálogo es muy importante en un matrimonio, aparte siempre un tiempo del día para conversar, preguntarle cómo fue su día en el trabajo, preguntarle si le puede ayudar con algo, las dificultades que enfrentaron, etc ...
* Admirar el talento, la belleza, el comportamiento, etc... O sea, admirar las cualidades que su pareja tiene.
* Trate de pensar mas en los atributos positivos que en los negativos -
Perder el tiempo pensando en las groserías, los errores del pasado, los malos hábitos o las malas decisiones solo conduce a una devaluación de su matrimonio, es en este momento que la persona que tiene la presencia de Dios, tiene la dirección correcta para actuar y evitar estos pensamientos, usando la sabiduría y el discernimiento espiritual para superar todas las diferencias.
“Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo.” (Efesios 5:22-24)

“Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable. Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo,” (Efesios 5:25-28)

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