lunes, 19 de septiembre de 2011
Mirando el alma del pecador
Mirando el alma del pecador
Vivimos en un mundo en cual todo el tiempo podemos ser influenciados por cosas que nos hacen bien o cosas que nos hacen daño, y corresponde a cada uno de nosotros saber cómo elegir cual camino seguir y no dejarnos influenciar por nada, y vivir sólo por la fe.
Zaqueo era un publicano rico y estafaba a las personas, pero en ese momento Jesús no estaba preocupado con su pecado. Cuando Jesús pasaba, lo buscó y subió a lo más alto que pudo en un árbol para ver a Jesús. Al ver su actitud, le dijo que estaría en su casa ese mismo día, pero las personas que sólo lo veían como un pecador, no aceptaron la actitud de Jesús y murmuraron como si no estaban de acuerdo que Jesús fuera a la casa de un pecador.
Jesús realmente es maravilloso, Él no mira hacia fuera, sino para dentro. Porque si no fuera así muchos de nosotros no habríamos logrado nuestra salvación.
Demasiadas son las personas con una vida equivocada, cometiendo robos, en la prostitución, asesinatos, pero no han tenido esa oportunidad de recibir una buena influencia para cambiar sus vidas.
Cuando Jesús no miro al pecador, pero miro el alma del pecador que estaba con Él, hubo un arrepentimiento y él dijo: daré la mitad de mis bienes a los pobres y si defraude a alguien, le devolveré el cuádruplo o es decir, que lamentaba sus acciones y tuvo un encuentro con Dios.
Y Jesús le dijo: Hoy la salvación ha venido a esta casa.
Mucha gente no es vista como almas, sino como perturbados, asesinos, mentirosos, ladrones, o dicen que viven en la carne, pero sólo con un gesto de amor y solidaridad y con ser influenciados por el poder de Dios en sus vidas, pueden dar un paso y cambiar el rumbo de sus vidas.
Doy gracias a Dios, porque cada día aprendí el verdadero amor por las almas, amar a las personas por su interior y no por su exterior, no juzgando, sino influir a ellas con buenas actitudes y llevarlas a tener un encuentro con Dios, y los resultados han sido maravillosos todos los días.
El tiempo pasa muy rápido, y muchas personas están muriendo y en lugar de influenciar con un buen testimonio, no mirar hacia afuera sino al interior, perdemos la oportunidad de ganar almas para el Reino de Dios con prejuicios, con malos ojos y desgraciadamente con este tipo de comportamiento sólo desagradamos a Dios y le damos placer al mal.
“Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.”
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