sábado, 31 de julio de 2010
EL FOLLETO
Todos los Domingos por la tarde, después que el servicio de la mañana en la iglesia terminaba, el Pastor y su hijo de 11 años salían por la ciudad para repartir folletos evangélicos.
En un Domingo por la tarde, cuando llegó el momento del Pastor y su hijo ir por las calles con sus folletos, hacía mucho frío afuera y lluvía mucho. El muchacho daba vueltas,esperaba y por fin dijo:
- "Ok, papá, estoy listo."
Y su padre le preguntó:
- "¿Listo para qué?":
- "Papá, es hora de llevar los folletos y salir."
Su padre respondió:
- "Hijo, hace mucho frío afuera y está lluviendo demasiado."
El niño lo miró sorprendido y le pregunto:
- "Pero, papá, la gente no va al infierno aun en días de lluvia?"
Su padre respondió:
- "Hijo, yo no voy a salir con este clima."
El niño se entristecio y le preguntó:
- "Papá, ¿puedo ir yo, por favor?"
Su padre titubeó por un momento y luego dijo:
- "Hijo, puedes ir. Aquí están los folletos. Ten cuidado hijo."
- "Gracias, papá!"
Luego salió a la lluvia. Estuvo de calle en calle, caminaba por las calles de puerta en puerta entregando folletos a todas las personas que veía.
Después de caminar durante dos horas bajo la lluvia, estaba todo mojado, pero le faltaba el ultimo folleto. Se detuvo en la esquina y miró por alguien para entregar el folleto, pero las calles estaban totalmente desiertas. Luego volteo hacia la primera casa que vio y caminó por la acera hasta la puerta y tocó el timbre. Tocó el timbre de la puerta pero nadie respondió. Tocó de nuevo, otra vez, pero nadie abrió la puerta. Esperó, pero aún no hubo respuesta.
Por último, este soldadito de Jesús volteo para irse, pero algo lo detuvo. Una vez más, se fue hacia la puerta, tocó el timbre y golpeo con fuerza. Esperó, ya que algo lo aguantaba ahí en la puerta. Él volvió a tocar y esta vez la puerta se abrió lentamente. En la puerta estaba una anciana con una mirada triste. Y suavemente le preguntó
- "¿Qué puedo hacer por ti, hijo?"
Con unos ojos radiantes y una sonrisa que iluminó su mundo, este niñito le dijo:
- "Señora, disculpe la molestia, pero sólo quiero decirle que Jesús REALMENTE LA AMA y vine aquí para darle mi último folleto que le dirá todo acerca de Jesús y su gran amor."
Entonces él le dio su último folleto y volteo para irse. Ella lo llamó y le dijo:
- "Gracias, hijo mío! Y que Dios te bendiga!"
El siguiente Domingo por la mañana el pastor estaba en el púlpito. Cuando comenzó el servicio, el preguntó:
- "¿Alguien tiene un testimonio o algo que decir?"
Lentamente, en la última fila de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando comenzó a hablar, tenia una mirada radiante y gloriosa en su rostro.
- "Nadie me conoce en esta iglesia. Nunca he estado aquí. Usted ve, antes de el Domingo pasado no era cristiana. Mi esposo murió hace algún tiempo, dejándome totalmente sola en este mundo. El pasado Domingo, un día particularmente frío y lluvioso, había decidido en mi corazón que llegué al final, no tenía esperanza ni ganas para vivir.
Así que tomé una cuerda y una silla y subi las escaleras hasta el ático de mi casa. Até la cuerda en un techo de madera, estaba en la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado estaba a punto de saltar cuando de repente el timbre me sorprendio. Pensé:
- "Voy a esperar un minuto, y quien sea, se ira."
Esperé y esperé, pero la campana insistia y luego la persona comenzó a golpear con fuerza. Pensé:
- "¿Quién diablos puede ser? Nadie toca mi puerta ni vienen a visitarme."
Solté la soga de mi cuello y me dirigi hacia la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez más fuerte.
Cuando abrí la puerta y vi quién era, casi no lo podía creer, porque en mi puerta estaba el niño más radiante y angelical que he visto en toda mi vida. Su sonrisa, oh, yo nunca lo podría describir! Las palabras que salían de su boca hizo que mi corazón que estaba muerto hace tiempo, saltara con vida. Cuando exclamó con voz de querubín:
- "Señora, yo sólo vine aquí para decirle que Jesús hace REALMENTE LA AMA."
Entonces él me dio este folleto Evangelico que ahora tengo en mis manos. Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré la puerta y empecé a leer cada palabra de este folleto.
Luego fui al ático para conseguir mi silla y la soga. Ya no los necesitaba. Usted ve - Ahora soy una hija del REY!
La dirección de la iglesia estaba en la parte posterior de este folleto, vine aquí para personalmente decirle GRACIAS al ángel de Dios en el momento adecuado, por rescatar mi vida de una eternidad en el infierno.
No había nadie que no lloraba. Y como los gritos de alabanza y honor al REY DE REYES se hizo eco en todo el edificio, el Pastor Padre bajó del púlpito y se dirigió hacia la banca del frente donde estaba sentado el pequeño ángel. Él cargo a su hijo en sus brazos y lloró desconsoladamente.
Probablemente ninguna iglesia tuvo un momento tan glorioso como este, y probablemente este mundo nunca ha visto a un padre tan lleno de amor y honor por su hijo, pero existe millones de personas sufriendo, desesperadas, sin esperanzas, angustiadas, esperando por esta frase que sale de su boca.
Así que ...
- Disculpe la molestia, pero me gustaria decirle que Jesús TE AMA MUCHO y vine aquí para darte mi último folleto.
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