CURADA POR LA FE

Mi nombre es Adriana. Yo estaba en una situación muy difícil, me encontraba triste, deprimida, alejada de mi familia, con mucha verguenza cuando salía en la calle. Todo empezó con una alergia, hasta que los médicos diagnosticaron lupus en mi cara. Fui por 5 años a los médicos, intentando de todo: pastillas, tratamientos, cremas, corticoides, bichos chinos, hongos chinos. Todo lo que me decían lo hice por 5 años. Mi rostro empezó a empeorar y tenia que usar una mascara de arcilla en mi rostro porque no soportaba la fiebre en mi cara y cambiaba la mascara de rato en rato. Mi rostro estaba inflado de tanto corticoides y rojo como un tomate sin piel. Estaba sin fuerzas, hasta el punto que no podía cargar a mi bebe. Me dolían todos los huesos y me cansaba mucho. Mi memoria y mi cuerpo estaban débiles, cansados y sin fuerza. Mi memoria iba y venia como si me apagaran o desconectaban. Ya no me miraba el rostro en el espejo, porque me causaba rabia, tristeza, una mezcla de sentimientos. Fue cuando mi marido me dijo: “¿Que esperas mujer? Usa tu fe”. Yo decía que tenía fe, pero creo que en aquella época, mi fe no tenía acciones. Entonces empecé a hacer una cadena de oración, colocando mi fe solamente en Dios y ya no quise mas tomar medicinas, porque hasta el dinero no me alcanzaba. Ya tenía más de 5 años intentando sanarme. A través de las cadenas de oración y colocando toda mi fuerza en Dios, alcance mi victoria y mi sanidad. Las cadenas de oración en la iglesia fue lo que realmente me ayudo mucho, y abrieron mi mente. Entendí que todo es posible para aquel que cree. Porque Jesús se llevo las enfermedades, y cuando entendí esto el milagro aconteció en mi vida. El tiempo fue pasando y hasta olvide como era mi rostro antes. Fui completamente sanada, con determinación, perseverancia, y una entrega completa de toda mi vida y mi cuerpo a Dios. Hoy me miro en el espejo y me siento muy feliz con mi familia, puedo decir que conozco a Dios y su poder.