jueves, 22 de mayo de 2014

La verdadera belleza

Nuestra belleza de verdad, no está del lado de afuera, porque con el tiempo todo lo que está afuera se va deteriorando, sabemos que el cuerpo, la piel y el pelo con el tiempo se van transformando. Nuestra apariencia de afuera siempre cambia no para mejor, siempre quedamos más grandes, con arrugas , la piel más flácida, pero adentro podemos quedar más lindas con el tiempo, aunque afuera no estemos tan bellas. Para Dios nos mostramos cuando estamos solas , cuando nadie nos está mirando ,es en este momento que somos bellas o feas a los ojos de Dios. Delante de los hombres podemos ser y mostrar una linda apariencia, para los hombres podemos ser perfectas ,pero delante de Dios de verdad mostramos quien somos de acuerdo con nuestra intención de glorificarlo o ser glorificadas, o sea ¿quiero las bendiciones para qué? ¿ Para satisfacer mis propias voluntades o mostrar a Dios en mi vida y glorificarlo ganando almas …? Cuando miramos para el aspecto espiritual es una bendición quedar más grandes porque podemos quedar feas por afuera. La vejez es algo que también viene de Dios , es algo natural de la vida , pero lo más importante de esto es que lo contrario acontece adentro en el corazón , cuando más tiempo usted tiene de vida en la presencia de Dios, entregándose a EL, agradando a EL, y haciendo su voluntad , nos tornamos más lindas por adentro a causa de la madurez espiritual y la entrega hacia nuestro Dios. Esto sí, es lo que vale , la belleza interior delante de Dios .... La verdadera belleza de la mujer es cuando ella se preocupa con su vida espiritual, agrada a Dios en todo , y se preocupa en exhalar el perfume del Señor Jesús a todos que están a su lado “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible adorno de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios” 1. Pedro 3:3    

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