domingo, 2 de enero de 2011
Ser una herramienta en las manos de Dios
Ser una herramienta en las manos de Dios
Cuando somos guiados por el Espíritu y aceptamos los propósitos de Dios en nuestras vidas, nos convertimos en un verdadero instrumento en sus manos, creando hijos para El y llevando la fe a este mundo. Pero cuando mostramos un comportamiento negativo, cuando hay orgullo, rebeldía y falta de temor para aceptar los mandamientos de Dios, entonces podemos hasta reinar en este mundo y salir de él, sin hacer la menor diferencia en la vida de las personas.
En el pasaje de la Biblia, donde Naamán fue curado de la lepra (2 Reyes 5:1-15) se muestra cómo la sabiduria y la obediencia a Dios cambia situaciones y transforma vidas.
La muchacha que era prisionera, estaba al servicio de la esposa de Naamán, y le dijo una sola palabra. Un día la muchacha le dijo a su ama: "Ojalá el amo fuera a ver al profeta que hay en Samaria, porque él lo sanaría de su lepra". A pesar de ser cautiva y estar pasando por situaciones difíciles, ella sirvió a sus amos y así mantuvo su lealtad a Dios y no al hombre. Esta muchacha mantuvo la fe y la puso en practica en su Dios y decidio demostrar la superioridad de Dios sobre el pueblo de Israel. Ella sencillamente hizo uso de su fe pero llevo grandes cambios en la vida de Naamán, quien más tarde dejó el orgullo, se curó y volvió a creer en el Dios de Israel. ¡Qué maravilloso! Ella se convirtió en un instrumento en las manos de Dios. Lo glorifico e hizo la diferencia, incluso de una manera tan simple, pero cambio la vida de un hombre.
En este año nuevo lo que más le pido a Dios es lo siguiente: Ser un instrumento en sus manos, hacer que la gente lo conozca, convirtiendome en una verdadera discípula y llevar la luz a este mundo.
No importa si nuestra contribución es grande o pequeña en esta obra, o cual parte del cuerpo seamos, si somos la mano, el pie o la cabeza, pero lo que realmente importa es hacer la diferencia en las vidas de cada persona que está a nuestro lado, llevando el aroma de nuestro Señor.
"Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por lo contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo". (San Mateo 5:14-16)
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
es muy furte en la verdad , hacer parte de los planes de Dios y poder servilo ..ta ligado ...bjs
ResponderBorrar