jueves, 25 de febrero de 2010

No debemos condenar lo que no entendemos




Conozco una historia de 3 ciegos que encontraran un elefante, y fue pedido a cada uno de ellos que describiera el animal. Cada uno dijo una cosa diferente. El primero afirmo que el elefante era como una grande manguera; el segundo dijo, que el animal parecía a una parte de una escoba; y el tercero dijo que parecía a un árbol. Cada uno describió el animal de acuerdo de su perspectiva. Ninguno de ellos estaban correctos o equivocados. Todos tenian derecho a su punto de vista personal.

Nosotros somos humildes cuando percibimos que somos como los ciegos, limitados en nuestra capacidad de percibir las cosas que están bien en frente de nosotros. O sea no siempre aquello que nuestros miramos o pensamos está equivocado. A causa de nuestros pensamientos destorcemos situaciones y hasta personas. Nos colocando en la posición de juzgar, y debemos acordar que nuestro propio Señor dijo que Él no vino al mundo para juzgar y si para salvar. ¿Imagine como debemos ser?

Jesús nos advirtió acerca de las trampas de juzgar a los otros. Muchas veces nuestros juzgamientos son basados en las informaciones destorcidas por nuestra manera de ser y que no necesariamente corresponde a la realidad. Desafortunadamente yo me equivoque muchísimo. Yo me equivoque muchissimo por tantas veces que juzgué a alguien porque a mis ojos, esta persona estaba equivocada. Pero en la verdad, después de mucho tiempo fui entender que había muchos fatos que yo no conocía, y en este momento es que caímos en una trampa, desagradamos a Dios , y somos injustos con las personas.

Necesitamos creer que sabemos de la verdad completa a respecto de estas cosas y personas para que nosotros estemos seguros, sabiendo que dominamos completamente la situación y que nada de nuevo ira a nos perturbar. El temor del desconocido esta basada en la intolerancia. El nos lleva a juzgar y a classificar personas y cosas. Cuando sentimos ese tipo de miedo, condenamos lo que nosotros no comprendemos...

Todo depende de nuestro ponto de vista, pero la palabra de Dios nos enseña: “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:17

Cuando juzgamos a los otros, condenamos a nosotros mismos.

3 comentarios:

  1. Hola joven Claudia sinceramente esta muy bueno su blogs mejor que el mio.
    muchas gracias por ser un seguidora de mi blogs que Dios le bendiga
    estamos para intercambiar ideas y ayudarle en lo que usted desee y precise

    ResponderBorrar
  2. sabe esta palabra es la misma que yo vivo es la misma que yo siempre pienso y medito por que en si es la realidad y la verdad cuando nosotros juzgamos ah los otros y criticamos ah los otros sin quere queriendo no nos damos cuenta que estamos haciendo lo mismo con nosotros mismo
    que Dios le bendiga mucho att.Darwin

    ResponderBorrar
  3. Hola muy buenas tardes oh dia oh noche en fin que Dios le bendiga.
    yo concuerdo con el estudio cada ves que nosotros juzgamos ah otros oh criticamos ah otros sin querer queriendo oh sin darnos cuenta estamos juzgandonos y criticandonos ah nosotros mismo por que la gente que en verdad ama no habla ah espaldas si no que ayuda y hace lo posible para que la persona habra los ojos y no cometa el mismo error y no quede en el fondo de el pozo.
    es algo que yo siempre pienso y medito el juzgar concientemente eh incocientemente
    que Dios le bendiga

    ResponderBorrar